Testimonios

El tema de desarrollar la sensibilidad que todas y todos tenemos con respecto a la tierra me parece fascinante. Seguí a Daniel en redes por varios meses hasta que se me abrió la oportunidad de tomar un curso en El Escorial con él y su equipo de Terra Aurea.
El Escorial es un sitio muy potente y el curso se desarrolla a un par de kilómetros fuera del poblado. Enclavado en un bosque muy hermoso se encuentra el centro Marista, un lugar austero, de tranquilidad, rodeado de árboles y paisajes. Nada más llegar a la sofisticada austeridad del lugar, te mete de lleno en el tema. Luego cuando conoces a Daniel y a su equipo sabes que estás haciendo lo correcto y cuando tienes la suerte como yo de estar en un grupo de participantes tan interesantes, respetuosos y simpáticos te da la certeza de que hiciste la mejor inversión en mucho tiempo.
El domingo después de la última sesión y deliciosa comida, ya extrañaba a Daniel, su maravilloso equipo, los compañeros, compañeras y de la hospitalidad de los anfitriones…. La semilla que sembraron en mí, la seguiré regando y abonando de este tema fascinante. Hasta muy pronto, que seguiré regresando.

Quiero agradecer a Daniel Rubio y a su equipo...( Fátima y a Rafa...), el fantástico fin de semana, que hemos vivido en Bareyo.
Aparte de todos los conocimientos..,que siempre aporta Daniel..en este y en otros cursos, que he hecho con él...,en esta ocasión se dio algo diferente...algo que va más allá.
Mi experiencia en Bareyo...ha sido muy rica y significativa...( diría que marca un antes y un después...), por lo que ha supuesto la profundización en mi misma.
Al entrar en la iglesia de Bareyo...lo primero que supuso..fue un poco de impacto ..Una iglesia románica, pequeña, sencilla...sin demasiados adornos...,que de pronto...me llevaba a tener una conexión muy fuerte con mi Ser... Las corrientes telúricas, las aguas subterráneas...todo lo que tan bien nos va mostrando Daniel Rubio, con su amplia trayectoria en Geometría Sagrada y Geobiologia...nos iba contestando a la mayor parte de interrogantes, que el grupo teníamos.
No obstante, pensar que ya hace mucho tiempo...los maestros canteros..utilizaban lugares con muchos problemas...para que debido a esas geometrías sagradas...todo eso...y utilizo una frase de Daniel...pueda ser elevado a su máxima expresión vibratoria...me parecía muy interesante. Pues la Iglesia y toda la energía...que ponemos en movimiento...hace el resto. Es como si eso...que se hacía con la Iglesia ..empezara a ocurrir dentro de nosotros mismos.
En especial, quiero subrayar el momento en que la lectura de un texto sobre San Luis..( Rey de Francia) tomado del libro de Daniel Meurois “Louis du Désert” ...una joya para el alma..no solo por la descripción tan exacta...de lo que puede ser una experiencia ...de una gran riqueza espiritual...sino por la riqueza lingüística, en la que se expresa la energía del Dragón...tan presente allí.
La experiencia de Bareyo...me sobrecogió...por la belleza del entorno, la sencillez de esta pequeña iglesia...y de la capacidad que tiene cuando se ponen algunos elementos en fase...de hacerte conectar con tu interior. Una de las experiencias más bonitas y enriquecedoras...que he tenido en los últimos años...
Si a todo esto...le sumamos el trato tan amable de todo el equipo...,de nuestros almuerzos en el albergue de Guemes..con el padre Ernesto...fundador de un lugar donde los peregrinos...y no peregrinos ..pueden encontrar un lugar donde se respira Paz, Fraternidad y muy buenas energías... Solo puedo decir " Gracias"..por haber vivido este maravilloso encuentro en Bareyo...y espero poder quizás encontrar a alguno de uds...el próximo año.

Siguiendo la pista a los maestros canteros, a través de la simbólica de un grupo de ermitas románicas, me encontré con la "corriente del dragón", sinuosa, ondulante, ascendente o descendente; en algunos lugares animada por el fuego y en otros vivificada por las aguas, había dejado una larga estela en forma de media luna, desde los bosques vasco-navarros hasta las playas cántabras, donde probablemente se sumergió en el mar.
Descubrí con placer, que nuestro "goloso" amigo, (el dragón) gustaba de la sal y de la miel, hablaba en el lenguaje antiguo de la diosa Nammú Sumeria , de la Dunana Babilónica y de su hijo Oannes, dios de la sabiduría, y compartía con nosotros… "sus pensamientos más grandes que el mar y sus consejos más profundos que el abismo..." (Siracida) La pequeña Iglesia nos dio la bienvenida desde la encina madre que se encuentra a la entrada del recinto, al igual que lo hicieron en la antigüedad el cedro, el ciprés, la palmera, el sicomoro, el manzano y el olivo, árboles sagrados de la Diosa, que habitaban sus templos y evocaban su poder. Y como ellos Santa María de Bareyo resplandecía asociada a la luz de la Sabiduría, a la Hokma, a la Sofía que inunda durante todo el día la pequeña colina en la que se asienta.
"...Cuando colocaba los cielos, allí estaba yo, Cuando trazaba la bóveda sobre la superficie del océano, Cuando sujetaba las nubes en lo alto, Cuando afianzaba las fuentes del abismo, Cuando marcaba su límite al mar para que las aguas no desbordaran sus orillas, Cuando asentaba los cimientos de la tierra yo estaba junto a él como aprendiz.... (Pr 8, 23-31)”

Todo un placer haber compartido con vosotros el curso de Geometría Sagrada, en Santa María de Bareyo.

Conocí a Daniel en una conferencia que impartió en Valladolid sobre “Lugares Sagrados, una cuestión de Conciencia”. Hablaba de lo que los Lugares Sagrados situados en enclaves estratégicos y maravillosos ocultan, del funcionamiento vibratorio y de la simbología del templo a través de sus capiteles. Esas palabras suyas calaron en mi interior y me animé a asistir al encuentro de Santa María de Bareyo en Junio, lo que sería el comienzo de un montón de enseñanzas y la apertura a un mundo totalmente desconocido hasta entonces, con cursos interesantes, prácticos y un inicio en formación en diversas áreas como por ejemplo Los Trazados Reguladores y sobre todo en mí crecimiento personal. Asistir a los cursos de Daniel no se puede describir con palabras porque no hay manera de transmitir con ellas todo lo que allí se vivencia. Daniel es un maestro excepcional que muestra todo el saber de manera sencilla, haciendo de sus cursos un aprendizaje dinámico y divertido sin restar por ello conocimiento. La pasión que pone en todo su hacer hace que se te pasen las horas sin darte cuenta y que cuando el curso llega a su fin, sientas unas ganas de llegar a tu casa a poner en práctica todo lo aprendido y utilizarlo en tu día a día rápidamente y poder objetivar los resultados. Seguiremos encontrándonos en cursos, encuentros, actividades, para disfrutar, compartir y seguir evolucionando en consciencia. Gracias Daniel por todo lo que nos aportas.